sábado, 19 de enero de 2013

Déjalo

 No hace falta que te jure, querido compañero, que no debo quererte y que sin embargo te quiero. No me crees cuando te digo que no necesitas a nadie para ser feliz, que el camino más rápido al amor es no buscarlo. ¿Cómo crees que llegaste tú a mi vida?

 Perdónate, deja de pensar, y que los sentimientos lleguen solos. Al igual que te encontré dejando de buscarte, te olvidé dejando de tratar de olvidarte. Deja de preocuparte por vivir, y empieza a vivir de verdad. Deja de fijarte en quién soy y empieza a sentir mis palabras. Intenta olvidar por completo los momentos a mi lado, quizás así recuerdes que estuve dispuesto a dar mi vida porque fueses feliz. A mí me basta con que me pidas que intente odiarte, para volver a amarte.

 Tú necesitas encontrar al amor de tu vida, yo necesito quedarme dormido y no despertar jamás; soñemos juntos la canción más bonita del mundo. Juguemos a que tú me quieres y yo me lo creo.

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Mis palabras te han abierto las puertas de lo que soy, ¿acaso no sería justo que dijeses ahora qué sientes tú?

No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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