Ahora vivo.
Las palabras bonitas no son ya para todos los que me odiaban pero me leían;
para los que disfrutaban de mi desgracia y por eso no la remediaban.
Ahora son sólo para quien supo ver belleza más allá de mi tristeza
y convirtió todos mis "te amaría" en te amos, y en cualidades mis rarezas.
Ya no necesito como antes escribir para sentir,
ni para pensar, ni para darme cuenta de lo que quiero; para vivir.
Y aunque me dé pena dejar a un lado lo que tanto me dieron las palabras,
me quedo con lo indescriptible, con el silencio, con las páginas como sábanas.
Ahora mis reflexiones son para mí y no de quien no supo valorarlas.
Y mis sueños ya no los cuento por si así empiezan a hacerse realidad.
Ya sólo quiero ser admirado por una persona en el mundo; y esa persona soy yo.
Poseo el monopolio de mi ingenio y lo exploto sólo a mi favor.
Así que disculpen las molestias, perdonen mi felicidad,
me despido de esta vida llena de palabras pero vacía de realidad.
Y descuiden, que no creo que dure mucho, que como ya dije una vez de éstas:
supongo que tarde o temprano de todos los sueños se despierta.
Pero de momento me quedo soñando,
no vaya a ser que me despierte y no lo haya aprovechado.
Hace ya tiempo que no escribo.
Porque nuestra felicidad no quiere verse escrita en palabras como hacemos con la tristeza o la melancolía... Ella quiere que la vivamos, que la sintamos en nuestros corazones sin ningún miedo ni pero~
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