martes, 22 de enero de 2013

17+1

 De entre todas las verdades que no me quiero creer, la que más me pesa es la que me cuenta que ya tengo dieciocho años.

 Un día te levantas y te das cuenta de que se acabó el poder violar y matar a la gente por la calle e irte de rositas, de que tendrás que elegir de entre todos los delincuentes que optan a gobernar tu país al que mejor se haya vendido y mentido, de que se acabaron los descuentos por ser menor de edad y las excusas para cometer las irresponsabilidades más divertidas.

 Por más que me miro al espejo no encuentro tantos años por ningún lado, ¡pero si hace nada estaba yo haciendo el vago (como de costumbre) en el útero de mi señora madre! Abro entonces el baúl de los recuerdos (uuuh), ese que cada vez que me pierdo un poquito me recuerda quién soy. Ahora sí que veo los dieciocho por todas partes: en la foto de ese niño feliz en su primer cumpleaños, en los vídeos con la que fue mi compañera de infancia, en las cartas que alguna vez creí que significaban amistad verdadera, en el primer libro que me leí, en la pancarta gigante que me regalaron las primeras personas que de verdad han llegado a conocerme, en los sprays vacíos de graffiti con los que un día sellamos nuestro amor/odio, en todos los CDs piratas que tienen grabada la banda sonora original de mi vida...

 Increíble, realmente increíble. Casi no me he dado cuenta de que existo cuando ya han pasado los que estoy seguro que han sido los mejores años de mi vida. He sido feliz, he sido muy feliz, y todo gracias a vosotros, gente que me rodeáis (: papá, mamá, Dani, Pavillas, Alvaro, Gordas, etc.) y me aguantáis día a día, sacándome sonrisas. No sería nada sin vosotros, y que me haga un poquito más mayor no significa que deje de necesitaros, en absoluto. Ahora, ahora más que nunca os quiero a mi lado, para no olvidar jamás la mejor infancia y adolescencia que se puede tener, la que he tenido.

 Nadie se escribe a sí mismo por su cumpleaños, pero yo he creído que me lo merecía, porque soy genial; a mí manera, pero genial al fin y al cabo. Gracias Dios, Universo, Nada, o seas lo que seas que me has dado estas intensas e inmejorables dieciocho elípticas y exactas vueltas al Sol. Aunque ya haya conocido a la mujer más maravillosa del mundo (mi madre), al hombre más sabio y bondadoso (mi abuelo), a los mejores ángeles de la guarda (vosotras, sí, vosotras) y al amor de mi vida, sé que me queda por delante la más emocionante de las aventuras: el resto de mi vida; y sólo pido que sea la mitad de perfecta que la restante que dejo atrás.

                                             Feliz Cumpleaños. Felices 18.



No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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