martes, 25 de febrero de 2014

Olvidarte o mi asignatura pendiente

Enséñame a quererte así,
como tú me quieres:
sin que se note.

Quiero aprender a vivir el presente
sin pensar en el futuro,
en poder perderte mañana
o en tenerte para siempre.

Explícame también
cómo haces eso de no echarme de menos,
eso de estar a media hora
y no beberte el camino a mis besos.

Tomaré apuntes de tus lecciones
sobre cómo callarse te quieros,
no me perderé ni una sola clase,
seré el alumno convertido en maestro.

Y ya nunca te necesitaré,
y ya siempre dormiré solo,
y ya no te quedarás cuando te lo pida
porque no te lo pediré...

Así que si es para desaprender a amarte,
pensándomelo mejor,
olvídate de enseñarme,
prefiero que seas el peor profesor.

Y aunque por mucho que estudie
siempre vaya a estar suspenso
(en tus brazos),
aprobaré que fui yo
quien estuvo enamorado primero.


No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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- Ligia García y García