sábado, 5 de diciembre de 2020

5 de diciembre

Casi sin darnos cuenta,
como en un rito de niños,
hoy nos hemos enseñado nuestras cicatrices.

Las de la piel y las del alma.
Heridas abiertas e historias cerradas.
Navidades robadas y otras llamas apagadas. 

Casi sin darnos cuenta,
nos mostramos vulnerables.
¿Te da asco? ¿Te dolió? ¿Cómo fue?

Las de la piel,
pero sobre todo las del alma.
Amores inevitables e intuiciones que delatan.

Nos mostramos vulnerables
y eso solo significa algo:
Confiamos en que nunca nos haremos daño.

miércoles, 1 de abril de 2020

Yo sólo quería ser ese chico

Ojalá no hubieras pronunciado esas palabras sentado en el banco junto a la estación del metro de Tres Olivos.

Ni aquellas otras mientras esperábamos fumando a que nos prepararan la comida en un Taco Bell de Alicante.

Elegiría no haber escuchado las que escupiste con sorna mientras soltabas tu mochila nueva sobre la mesa del salón.

Despierto cada mañana deseando haberlas olvidado, preguntándome si mi memoria conseguirá algún día deshacerse de momentos tan pequeños que tan grande mella han hecho en mí.

Al dolor le resto tu ausencia de mala intención y le sumo mis ganas de ser ese chico: el que te llevara por el mundo y llenara tu día a día de momentos de amor; pero ya no sé si puedo.

Y tú esperas. Y yo espero. Y no pasa nada. Solo el tiempo.


miércoles, 25 de marzo de 2020

La Respuesta

Ya no tengo qué decirte
ni lugar adónde ir
en busca de una respuesta
para así sobrevivir
a este amor en cuarentena
del que dudo que haya abril.

No es que esté peor contigo,
es que estás mejor sin mí.
Y no cambia la distancia
pero me alejo de ti;
ya ni los recuerdos salvan
lo que tenga que morir.

Las palabras nos desalman
y al silencio hay que acudir,
sin saber cuándo perezca
o si un beso pondrá fin
a que me haya dado cuenta
de que aunque acepte partir...

Dará igual lo que te diga
y no importa adonde vaya;
significará te quiero
y estaré en aquella playa
donde un día me pregunté
qué escondía esa mirada.


sábado, 15 de febrero de 2020

Copenhague

Aeropuertos: unos vienen, otros se van.

Debí haberte acompañado a la T4 esa mañana,
pero no sabía que sería la penúltima.
Tampoco sé cuántos besos de más habría ganado,
los que sí sé son los que he perdido.

Te llevaste en la maleta algo que no volvió conmigo.
Han pasado ya 10 meses.
Y sin embargo, no me rindo y te escribo:

"Ojalá hubiera ido al aeropuerto contigo."

Aunque son las 5:30, tú estás ahí, como siempre.
Te veo escribiendo; nervioso, te espero.
Y de repente, la recibo.
Directa, fría, aguda y profunda,
como una inyección en primaria.

Entonces recuerdo tu habilidad maestra
para elegir la palabra que te atraviesa el alma.
Y aunque la dejo en leído, los dos sabemos la respuesta.

De una historia de amor muerta e infinitos que olvidar,
por primera vez entiendo lo que significa de verdad.

La leo en voz alta, me golpea la garganta y el paladar.

Y ahí se queda, colgando, quizás para siempre...

"Ojalá"

Dejarse llevar
suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber donde puedes terminar;
o empezar.

O empezar...

lunes, 3 de febrero de 2020

No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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