jueves, 14 de marzo de 2013

Te quiero, ¿y qué?




¿Y qué si sólo se vive una vez? ¿Y qué si la vida son dos días? ¿Y qué si no recuerdo cómo era la mía antes de conocerte? ¿Y qué si hay que olvidar el pasado y vivir el presente?
¿Y qué si estoy malgastando la mejor época de mi vida pensando en ti? ¿Y qué si quiero seguir agarrado a cuánto te amo hasta morir?

 ¿Y qué si no me quieres? ¿Y qué si nunca me vas a querer? ¿Y qué si puede que nunca te vuelva a ver? ¿Y qué si nunca olvidaré tu olor? ¿Y qué si sin tus besos no sabré lo que es vivir? ¿Y qué si he olvidado cómo sonreír sin ti? ¿Y qué si ya no me das cada día los buenos días? ¿Y qué si te has olvidado de mí? ¿Y qué si lo nuestro ha terminado? ¿Y qué si nunca volverá a ser? ¿Y qué si nunca fue? ¿Y qué si nunca lo entendiste?
¿Y qué si no lees estos "y qué"? ¿Y qué si ya no existes?

 ¿Y qué si nadie me entiende? ¿Y qué si no sé ser sin ti? ¿Y qué si estoy solo? ¿Y qué si mis palabras ya no tienen ningún valor? ¿Y qué si ya no vivo más que para dormir y poder amarte en mis sueños? ¿Y qué si ya  nada es cierto? ¿Y qué si no soy feliz?

No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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- Ligia García y García