viernes, 8 de febrero de 2013

Listas


—¿Piensas estar todo el fin de semana encerrado en casa?
—Sí.
 Me cuelga enfadada. Seguro que para el lunes se le habrá olvidado todo, como siempre. Y es que a veces la gente como ella no sabe entender a la gente como yo, o lo que es seguramente más cierto: la gente como yo (yo) no sabe entender a la gente como ella (el resto del mundo). Siempre me ha gustado hacer listas de todo.


Lista de cosas que no entiendo
1. Por qué se hace la cama
2. Por qué la gente se esconde para llorar y no para reír
3. Las modas
4. Que exista buena y mala música, buena y mala literatura, buen y mal cine, etc.
5. Que estirarse en público sea de mala educación
6. Que haya gente que oculte su ideología política, religión, moral, u orientación sexual
7. Que al entrar a un sitio haya que quitarse el gorro
8. Que los fines de semana tenga que apetecerte salir
9. Que se pueda llorar de felicidad y no reír de tristeza
10. Que no me quieras

 Cierro el libro de Historia, y su olor a viejo frustrado por mi intento de aplacarlo con mi colonia me pega molesto en la nariz. Me rasco fuerte. Me miro la mano y tengo sangre. Maldita sea, otra vez. Me limpio, me pongo la chaqueta y subo a la azotea. Mi azotea.

 Me tumbo en el suelo frío y se me clavan todas las piedrecitas que algún día a un constructor se le ocurrió ponerme de colchón. Miro hacia arriba, buscando los latidos de su corazón que una vez le dije que vería en todas y cada una de las estrellas del Universo. Demasiada luz. Saco un papelito y un boli:

37. Buscarte en las estrellas

 A veces no nos damos cuenta de cuánto nos gusta hacer algo hasta que queremos hacerlo y no podemos. Miro el resto de 36 cosas que se supone que me gusta hacer, pero no me apetece hacer ninguna (supongo que se debe a que ahora mismo podría hacerlas si quisiera), hasta que encuentro entre la 16 y la 18 una que se me antoja más apetecible que nunca: 

17. Gritar lo que siento

 Me levanto de mi cama de piedra y me acerco a la barandilla, mirando hacia toda la vega que se extiende a mis pies hasta llegar a las sierras nevadas. Respiro hondo. Cojo aire. Grito: 
—Te amo.

 Guardo la lista de cosas que me gusta hacer y saco un papel en blanco. Escribo Lista de cosas que tengo claras, y a continuación, con el número uno, dejo en ella mi grito tatuado. Las ganas de él me aumentan por dentro indomables y desbordándose finalmente por mis ojos en forma de lágrimas. Entonces decido hacer reformas en otra de mis absurdas listas:

Lista de cosas que me hacen feliz
1. Amarte
2. Olvidarte
3. Que tú seas feliz
4. Abrazarte

 Y sigo sin entender por qué aún redacto cada una de mis listas como si él fuese a leerlas algún día.

No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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