lunes, 24 de febrero de 2014

Veinticuatro del dos del doce o el peor día de mi vida

Ojalá hubiera una escalera hasta el cielo para subir a verte cada día y decirte que te quiero; para prometerte que mi único propósito en la vida es ser la mitad de bueno que tú, la mitad de guapo que tú, y encontrar a alguien que me quiera la mitad de lo que la abuela siempre te querrá a ti. Así sería la persona más afortunada del mundo... ¿Qué digo? Ya lo soy, lo soy de haberte abrazado y besado; de haber conocido a la mejor persona que ha pisado la Tierra.

Gracias por cuidarme siempre. Cuando necesite una excusa para seguir adelante y sonreír en los peores momentos te recordaré; recordaré que mi felicidad consistía y consiste, en ser el mejor para el mejor: tú.


No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

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- Ligia García y García