La vi brillar entre la nube gris de gente.
Ella iba de negro y los demás vestían colores.
Todos hablaban y sonreían
y ella estaba callada y triste.
Pero era ella la que brillaba
y eran ellos los grises.
No sé si fue el flash de su cámara,
con la que cazaba las obras de arte,
salvajes, que rondaban su día a día;
o una idea apareciendo en su cabeza
con forma de bombilla encendida.
Pero la vi brillar entre la nube gris de gente.
Con sus labios de sangre,
sus ojos de césped
y su piel de nieve,
quería esconderse.
Pero su espalda de alas plegadas
anunciaba lo inminente.
Me atraía,
me dejaba perplejo.
Me llamaba,
me pedía explicaciones.
Pero, ¿cómo le cuentas a un ángel
que le has descubierto?