Ahora pasaré frío cada madrugada y ya no tendré excusa para volver a casa después de clase. Volveré a vivir en la calle como solía hacer antes de conocerte, cuando mis azoteas eran para otro. Y cuando me cruce contigo te sonreiré y haré como si no pasara nada, como a ti te gusta. Y así a ver quién gana la guerra de la indiferencia.
Perdona por haberme enamorado de una persona que me escuchaba, que me hacía reír, que me miraba fijamente cuando me hablaba y me hacía pasarlo en la cama como nunca lo he pasado; perdona por haberme enamorado de ti. Y es que llámame antiguo, pero yo eso de ser follamigos no acabo de entenderlo muy bien; perdona por no haber sabido separar amistad y sexo, por haber visto perfección en ti más allá de tu cuerpo.
Me dije a mí mismo que no volvería a pasar, que mis sonrisas y mis lágrimas iban a depender solamente de mí; y te prometo que he intentado que de ti sólo dependan mis orgasmos, pero tu voz es demasiado agradable y tus abrazos lo suficientemente largos.
Y nada, ahora sólo quedan 7 meses viéndote todos los días e intentando sentir menos cada vez que pasas por mi lado. Tiene gracia que ayer pensara que contigo todo podría salir bien, porque hoy sólo pienso en dejar de pensarte. Que tengas suerte para asumir tus miedos y superarlos, y para que encuentres a alguien que te desee tanto como yo.
Porque a mí no me vas a volver a tener.