lunes, 20 de enero de 2014

Sin nombre

Hoy me he despertado preguntándome
si querrías ser conmigo eso que son las personas
cuando se quieren una sólo para la otra;
pensando en un nombre para nosotros,
un nombre que te explique que para ser feliz
no me basta con verte tan poco,
y que un poco sin verte ya me basta para no serlo.

Hoy me he despertado y he buscado en mi memoria
el día en el que perdí la felicidad entre los momentos a tu lado,
y por qué la vuelvo a esconder en ti cada vez que nos separamos.

Hoy me he despertado sin querer despertarme,
porque estaba soñando contigo.
Y me he contado a mí mismo que no quiero volver a ser tu amigo.
He querido saber qué somos, cuánto tiempo seremos
y cuándo aprenderé a no echarte de menos.
Las respuestas han sido "tú y yo", "ahora" y "nunca",
y supongo que así ha sido siempre y jamás será de otra manera.

Hoy me he despertado y he sopesado varias opciones
(dejarte, quedarme, quererte, olvidarte),
pero he decidido no contarte nada y confesarme en silencio y a mí mismo

que nos quiero tal y como somos: sin nombre.

No sé exactamente si eran mariposas, pero estaban ahí sin que yo las llamara; cada vez que te acercabas, ¡revoloteaban!. Eran tuyas pero estaban en mi estómago...

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.

—¿Signo del zodiaco? —Acuario, pero con mariposas en lugar de peces.
"Mariposas en el estómago", vaya metáfora de mierda. Más bien parecen abejas asesinas.

Entradas populares

A partir de hoy...

A partir de hoy...
- Ligia García y García